Tradicionalmente, los tejidos IFR se han definido como tejidos construidos con hilos fabricados con aditivos FR. Este proceso imparte propiedades retardantes de llama permanentes a una tela durante su vida útil.
Muchas condiciones afectan la resistencia a las llamas de una tela: cómo se usa la tela; qué otros componentes textiles o no textiles se añaden al tejido base; condiciones ambientales como luz solar, polvo, humedad, etc., tiempo de servicio, costura, impresión, pintura o cualquier otro paso de procesamiento adicional.
La tela ha sido tratada con un químico FR registrado y no permanente en Mill por un aplicador certificado. Este es un tratamiento tópico, generalmente soluble en agua y tiene una vida útil limitada. Los tejidos 100% algodón FR no soportan la alta humedad ni los lavados. Los tejidos de poliéster ignífugos tienen mayor durabilidad y longevidad, pero en muchos casos aún requieren un nuevo tratamiento posterior.