Tejidos ignífugos inherentes y tratados.

Las fibras inherentemente resistentes al fuego son materiales que tienen resistencia al fuego incorporada en sus estructuras químicas. Las fibras de aramida de empresas como DuPont crean fibras inherentemente resistentes al fuego. La estructura real de la fibra en sí no es inflamable. Para las fibras inherentemente resistentes al fuego, la protección está integrada en la propia fibra y nunca puede desgastarse ni lavarse. En el caso de una marca de fibra inherentemente resistente a las llamas, cuando se expone a las llamas, la fibra de aramida se hincha y se vuelve más gruesa, formando una barrera protectora entre la fuente de calor y la piel. Esta barrera protectora permanece flexible hasta que se enfría, brindando al usuario segundos vitales adicionales de protección para escapar.

La otra categoría principal son las telas con tratamiento retardante de llama (FRT). Estos materiales se vuelven resistentes al fuego mediante la aplicación de productos químicos retardantes de llama. Se utiliza un aditivo químico en la fibra o un tratamiento en la tela para proporcionar cierto nivel de retardo de llama. Durante un incendio, los tejidos químicamente dependientes dependen de una reacción química para extinguir la llama. Esta reacción es provocada por el calor del fuego y la cantidad de tiempo que la tela está expuesta al fuego.

Es muy difícil determinar si la protección se ha visto comprometida con un tejido FRT. Hay formas de probarlo. Desafortunadamente, todos estos métodos de prueba son destructivos: realmente no hay manera de probar una prenda para determinar cuál es su nivel actual de resistencia al fuego o valor de protección contra el arco, sin destruir la prenda en una prueba de llama o arco eléctrico.

Las propiedades resistentes al fuego (FR) de las telas inherentemente resistentes al fuego, por otro lado, no se pueden lavar ni desgastar, punto. Esto significa que las propiedades ignífugas de las prendas fabricadas con fibras inherentes no pueden verse comprometidas. Es fundamental que el usuario sepa que la protección resistente al fuego siempre está ahí.