Como sabemos, la ropa resistente al fuego ha recorrido un largo camino desde sus inicios. La mayoría de los expertos coinciden en que la ropa resistente al fuego se "descubrió" en 1821. Fue entonces cuando Joseph Louis Gay-Lussac, un químico y físico francés condecorado, descubrió que la combinación de fosfatos de amonio con bórax hacía que los textiles fueran algo resistentes a las llamas.
Debido a la importancia de la ropa resistente al fuego, es mejor comprender primero la ciencia detrás de las telas. No saber qué tejidos te ayudarán a mantenerte seguro puede tener graves consecuencias. Es importante saber qué tejidos proporcionan el nivel adecuado de protección para su entorno.
En términos sencillos, las telas resistentes al fuego son inherentemente resistentes al fuego o están tratadas para ser resistentes al fuego.
Tómese un momento para pensar en todas las empresas cuyos empleados visten uniforme todos los días.
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