La tela es una combinación de fibras que, cuando se combinan con otras piezas de tela, forman una prenda. Se puede considerar la tela como la etapa de fabricación entre la fibra y la prenda. Las telas tratadas son aquellas a las que se les aplica un químico retardante de llama para hacerlas resistentes al fuego. Por lo general, las fibras utilizadas en estos tejidos no se consideran protectoras. Se vuelven resistentes al fuego debido al tratamiento químico.
Las fibras utilizadas en estos tejidos suelen ser 100% fibras de algodón o alguna combinación de algodón y nailon. En cuanto a durabilidad, el tejido compuesto por fibras de algodón proporciona poca resistencia a la abrasión. Las telas a las que se les agrega fibra de nailon funcionan mucho mejor con la resistencia a la abrasión. Las telas tratadas funcionan bien en aplicaciones de servicios públicos, petróleo y gas, químicas y petroquímicas.
El cuidado de las telas tratadas debe realizarse en agua con una dureza de 1,5 granos (25 ppm) o menos. Lo ideal es menos dureza ya que el agua dura contiene sales minerales que pueden dejar depósitos en la tela. Estos depósitos podrían anular las propiedades ignífugas de la prenda. Los depósitos podrían incluso servir como combustible si la prenda se expone a una fuente de ignición.