Hay tres formas diferentes de hacer que una tela sea retardante del fuego, por lo que comenzaremos con la mejor y más eficiente: es cuando las propiedades FR son inherentes al propio hilo.
Sin embargo, hay formas de hacer que sus textiles sean retardantes del fuego mediante tratamientos y acabados químicos.
Existen dos tipos de tratamiento habitualmente utilizados en tapicerías ignífugas:
Recubrimiento: Con la técnica del recubrimiento se aplica una capa posterior ignífuga al tejido en cuestión. Esto endurece la tela, haciéndola mejor para uso en tapicería. Sin embargo, la técnica de revestimiento se considera menos adecuada como tejido para cortinas, ya que la caída del material resulta menos natural que con otros tratamientos textiles.
Inmersión: Otro método común de tratamiento contra el fuego se conoce como inmersión química, que se usa con mayor frecuencia para telas hechas de fibras naturales (o que tienen un alto porcentaje de fibras naturales). Como sugiere la técnica, la tela se sumerge en una solución química, que es absorbida por las fibras, creando una barrera entre la fibra y la llama.
Si la tela se incendia, los productos químicos aplicados durante el proceso de tratamiento de la tela se activan con el calor, lo que desencadena una reacción química que extingue la llama, similar a la forma en que funcionan los extintores químicos.