Las telas ignífugas se utilizan en todo, desde tapicería de alta gama hasta muebles y cortinas para las aulas, pero ¿qué califica exactamente a una tela como "retardante de fuego"?
La tela se clasifica como tela ignífuga según, como era de esperar, el tiempo que tarda en quemarse y a qué temperaturas lo hace. Casi todos los tejidos del mercado se someten a pruebas rigurosas en laboratorios independientes. Luego, la tela se evalúa según una variedad de criterios para mostrar la resistencia de las propiedades retardantes de fuego, de modo que el consumidor final pueda saber exactamente en qué está invirtiendo.
La tela puede ser naturalmente retardante del fuego debido a las propiedades innatas de la fibra. El poliéster también es fácil de cuidar y duradero, mientras que las telas como la lana pueden encogerse después del lavado, ¡lo cual no es algo que quieras que suceda con tus muebles!
Algunas telas también se pueden tratar con un químico retardante de fuego que resiste el calor y ayuda a extinguir las llamas. Hay algunos tejidos ignífugos que comienzan por perfeccionar las fibras con características inherentes de ignífugo (IFR), una cualidad que está incrustada en la estructura molecular de la fibra y, por lo tanto, nunca disminuirá.